Quetzal | Guatemala | 1 kg

47,50€
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Desde las montañas de Joyabaj, en el altiplano guatemalteco, nace Quetzal, un cafë de especialidad que refleja la riqueza de esta tierra fértil. Cultivado a 1.700 metros de altitud, este cafë es el resultado del trabajo de un grupo de productores que aplican prácticas cuidadosas para preservar la esencia del grano.

El proceso honey aporta una textura sedosa y un dulzor natural, mientras que las variedades Catuaí, Caturra y Bourbon le confieren un perfil aromático complejo. En taza, destaca por su fragancia floral y enzimática, con una base de chocolate y sutiles notas de flor. Su acidez dulce y su cuerpo cremoso crean una experiencia envolvente y equilibrada.

Cada sorbo de Quetzal es un homenaje a la cultura maya y a la tierra guatemalteca, donde la tradición y la naturaleza se funden en una taza única.

 

País,Guatemala
Región,Joyabaj
Cata,Destaca por su fragancia floral y enzimática, con una base de chocolate y sutiles notas de flor. Su acidez dulce y su cuerpo cremoso crean una experiencia envolvente y equilibrada.
Variedad,Catuaí, Caturra y Bourbon
Proceso,Honey
Altitud,1.700 m s. n. m.

 

Preguntas Frecuentes

El cafë de especialidad son granos de cafë de la especie arábica, cultivados bajo condiciones específicas, seleccionados cuidadosamente y procesados con máxima atención al detalle para resaltar sus variados perfiles de aroma y sabor.

Lo molemos en el momento de preparar tu pedido y con la molienda adecuada a la cafetera que nos indiques. Así lo recibirás recién molido y al abrir la bolsa apreciarás todos sus aromas.

El grado de tueste es un factor clave y decisivo para apreciar todas las propiedades y cualidades de un buen cafë. Cada cafë es diferente, por eso, nuestro maestro tostador ajusta con cuidado el grado de tueste que mejor destacará sus propiedades y todas sus cualidades.

No, en nada. El café comercial suele ser de la variedad robusta, estar tostado desde hace meses y en exceso, casi "quemado", y si además es torrefacto, le han añadido azúcar durante el proceso de tueste. El resultado es un café muy amargo, tan amargo que es habitual tener que añadirle azúcar para ser capaz de beberlo.