El verano transforma nuestros hábitos. Cambia lo que comemos, cómo nos movemos y, por supuesto, lo que bebemos. Pero hay costumbres que no se abandonan, solo se adaptan.
Si el café forma parte de tu día a día, también en los meses más cálidos puedes seguir disfrutándolo sin renunciar al sabor ni a ese pequeño ritual que tanto valoras.
Te proponemos 7 recetas con café pensadas para el verano: refrescantes, sencillas y con matices que sorprenden. Desde combinaciones tradicionales hasta ideas menos conocidas, cada una está pensada para que el calor no te obligue a dejar de lado lo que te gusta.
1. Cold brew casero
El café que se prepara mientras tú haces otra cosa.
Más suave, menos ácido y naturalmente dulce. El cold brew se obtiene infusionando café en agua fría durante varias horas. No es lo mismo que echarle hielo a un café caliente: aquí el resultado es redondo desde el principio.
Origen: popularizado por los japoneses en el siglo XVII, rescatado por hipsters neoyorquinos en el XXI.
Cómo hacerlo: mezcla 1 parte de café molido grueso por 8-10 partes de agua fría. Déjalo en la nevera de 12 a 18 h y cuélalo.
Truco: sirve con hielo y una rodaja de naranja o un toque de canela si te va lo aromático.
2. Cafë tónica (o espresso tonic)
Lo amas o lo odias. Pero no te deja indiferente.
Una combinación que parecía imposible: la burbuja amarga de la tónica con el golpe cítrico y afilado del espresso.
Origen: se dice que nació en Escandinavia, aunque cada barista se lo atribuye.
Cómo hacerlo: llena un vaso con hielo, añade 2/3 de agua tónica y vierte lentamente un espresso encima.
Truco: queda bien con cafés afrutados, como los de Etiopía o Kenia.
3. Affogato con cafë de filtro
Postre, café… ¿por qué elegir?
Un clásico italiano con un giro sutil. El affogato (literalmente “ahogado”) es una bola de helado de vainilla con café por encima. En lugar de espresso, prueba con un filtro aromático: da más matices y no derrite el helado tan rápido.
Cómo hacerlo: helado en taza pequeña, café recién hecho encima.
Truco: prueba con helado de coco o almendra si te va lo veraniego.
4. Shakerato al estilo Koficafë
Italiano, elegante, enérgico.
Imagina un cóctel de café, servido en copa, frío como el hielo y con espuma cremosa. Eso es un shakerato.
Origen: surgió en las barras de Milán.
Cómo hacerlo: pon hielo y un espresso en una coctelera, añade si quieres un toque de sirope o miel. Agita fuerte (sí, fuerte) durante 15 segundos y sirve en copa.
Truco: cuanto más frío el espresso antes de agitar, mejor textura sale.
5. Granizado de cafë con especias
Un clásico reinventado.
Inspirado en los granizados de toda la vida, pero con café de calidad y un toque especiado.
Cómo hacerlo: prepara un café fuerte (doble espresso o 100 ml de italiana o moka), endulza al gusto, añade una pizca de canela o cardamomo, y congélalo. Raspa cada cierto tiempo con un tenedor.
Truco: queda bien con un toque de ralladura de limón justo antes de servir.
6. Cafë con leche de avena fría y hielo
Lo básico bien hecho.
No tiene historia épica ni nombre italiano, pero bien preparado, ofrece una combinación tan sencilla como agradable.
Cómo hacerlo: espresso o café de filtro, hielo, leche de avena bien fría.
Truco: si lo haces con cold brew, queda más suave; con espresso, más intenso.
7. Cafë con agua de coco y hielo
Para cuando quieres algo diferente sin complicarte la vida.
El agua de coco refresca, hidrata y suaviza la intensidad del café. Suena raro, pero funciona.
Cómo hacerlo: mezcla 1 parte de café frío (mejor cold brew) con 2 partes de agua de coco. Añade hielo.
Truco: añade una hoja de menta o una rodajita de lima si te sientes creativo.
Para terminar
El café no necesita calor para ser intenso. Estas recetas están pensadas para que sigas disfrutando del sabor sin pasar por la sauna. Algunas tienen historia, otras solo buen sentido. Todas se preparan en casa sin complicaciones y pueden darte ese empujón veraniego sin sacrificar lo que te gusta.
