Píldoras kofiteras

Cada día disfrutas tu taza de café, pero ¿qué haces después con los posos? Aunque suelen acabar en la basura, estos residuos tienen un increíble potencial para una segunda vida. Además, cuando utilizas un café de alta calidad, como el café de especialidad, los posos conservan mejor sus nutrientes y propiedades beneficiosas, aumentando así su valor para reutilizarlos en distintas aplicaciones domésticas.

Para muchas personas, el café es el combustible diario que activa las mañanas y mantiene la concentración durante el día. Su contenido de cafeína es conocido por estimular el sistema nervioso, pero ¿y si una parte de su efecto no dependiera solo de la química, sino de la percepción?

Cuando preparas café, quizás hayas notado que al verter agua caliente sobre el café recién molido se forman burbujas en la superficie. Este fenómeno se llama gasificación, y es un indicador clave de la frescura del café.
Si alguna vez te has preguntado por qué ocurre y cómo afecta la preparación de tu café, aquí tienes una guía completa sobre este proceso y la mejor forma de gestionarlo.

La cafetera italiana es un clásico en muchos hogares. Su diseño sencillo y su capacidad para preparar un café con cuerpo e intensidad la han convertido en una de las opciones más populares. Sin embargo, a pesar de su aparente facilidad, hay detalles que pueden marcar la diferencia entre un buen café y uno amargo o sobreextraído.
Si quieres sacarle el máximo provecho a tu cafetera italiana y evitar errores comunes, aquí tienes una guía completa paso a paso para preparar un café bien equilibrado.

El café solo es la esencia del café en su forma más pura, pero dentro de esta categoría existen múltiples formas de prepararlo. Mientras el espresso es una dosis concentrada e intensa, el americano ofrece una versión más suave y ligera. Además, hay variaciones como el lungo, el ristretto o el doppio, cada una con matices que influyen en la experiencia en la taza.

¿Alguna vez preparaste un café que sabía demasiado ácido o, por el contrario, amargo y áspero?
El secreto está en la extracción, el proceso en el que el agua disuelve los compuestos solubles del café para crear la bebida que tanto disfrutas. Pero hay un punto ideal: si extraes demasiado, el café se vuelve amargo; si extraes poco, queda aguado y sin profundidad.