Píldoras kofiteras

Idea bombilla

A veces, una buena idea parece llegar de golpe, como si se encendiera una luz. Pero la mayoría de las veces, no aparece así. Las ideas no vienen de la nada. Vienen de lo que lees, de lo que observas, de conversaciones sueltas, de momentos raros de atención… y sí, de pausas como cuando te preparas un café sin prisa.

El arte de cambiar de opinión

A veces sentimos que cambiar de opinión es rendirse. Como si decir “ya no pienso igual” fuera una señal de debilidad, de no tener las ideas claras, de ir dando tumbos. La sociedad premia la coherencia, la firmeza, el mantenerse fiel a lo que uno dijo, incluso aunque ya no tenga sentido.

Café latte

Lo simple no siempre es fácil. Descubre por qué lo esencial exige más atención que lo complicado, y cómo un café sin adornos puede enseñarte a estar presente.

¿Por qué recordamos lo que recordamos? La memoria no es un archivo

A veces un olor basta para trasladarte años atrás. Una canción te devuelve a un momento concreto. O una frase, escuchada por casualidad, despierta un recuerdo que no sabías que seguía ahí. La memoria funciona así: no como un archivo ordenado al que accedes voluntariamente, sino como una red viva, frágil, fragmentaria.

¿Eres de cafë o de té? La falsa dicotomía

A veces, lo primero que te preguntan al llegar a una casa es: ¿café o té? Como si no hubiera más opciones. Como si esa simple elección definiera por completo quién eres. Y aunque parezca una tontería, esa forma de preguntar encierra una trampa muy común en nuestro día a día: la falacia de la falsa dicotomía.

Café en el exterior

Vivimos rodeados de estímulos. Pantallas, mensajes, alertas, voces, imágenes. Todo compite por un segundo de tu atención. Pero tu mente no lo capta todo. Ni siquiera lo intenta. Tu atención es selectiva por naturaleza, y lo que eliges mirar, escuchar o pensar, termina configurando la realidad que experimentas.