Ngäbe | Panamá

14,50€
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Desde las montañas de Chiriquí, en el corazón de Panamá, nace Ngäbe, un cafë de especialidad que refleja la riqueza de esta tierra cafetera. Cultivado entre 1.650 y 1.700 metros de altitud, este cafë de variedad Caturra se desarrolla en un entorno privilegiado, donde la combinación de clima y suelo volcánico aporta profundidad y carácter a su perfil.

El proceso natural intensifica su dulzura y realza sus notas afrutadas. En taza, ofrece una base envolvente de chocolate con leche, acompañada de matices de frutos rojos, especias y miel negra. Su cuerpo suave y su acidez media/baja crean una experiencia equilibrada y placentera.

Ngäbe es el resultado del trabajo meticuloso de los caficultores panameños, quienes han convertido a Chiriquí en una de las regiones más reconocidas en el mundo del café de especialidad.

 

País,Panamá
Región,Chiriquí
Cata,Este cafë de especialidad destaca por su dulzura envolvente y su perfil afrutado. Suave y equilibrado, combina notas de chocolate con leche y frutos rojos con un sutil toque especiado. La miel negra aporta profundidad y realza su carácter goloso, mientras que su acidez media/baja y cuerpo sedoso garantizan una experiencia armoniosa y placentera en cada sorbo.
Variedad,Caturra
Proceso,Natural
Altitud,De 1.650 a 1.700 m s.n.m.

 

Preguntas Frecuentes

El cafë de especialidad son granos de cafë de la especie arábica, cultivados bajo condiciones específicas, seleccionados cuidadosamente y procesados con máxima atención al detalle para resaltar sus variados perfiles de aroma y sabor.

Lo molemos en el momento de preparar tu pedido y con la molienda adecuada a la cafetera que nos indiques. Así lo recibirás recién molido y al abrir la bolsa apreciarás todos sus aromas.

El grado de tueste es un factor clave y decisivo para apreciar todas las propiedades y cualidades de un buen cafë. Cada cafë es diferente, por eso, nuestro maestro tostador ajusta con cuidado el grado de tueste que mejor destacará sus propiedades y todas sus cualidades.

No, en nada. El café comercial suele ser de la variedad robusta, estar tostado desde hace meses y en exceso, casi "quemado", y si además es torrefacto, le han añadido azúcar durante el proceso de tueste. El resultado es un café muy amargo, tan amargo que es habitual tener que añadirle azúcar para ser capaz de beberlo.