La desgasificación en el cafë: qué es y por qué importa

La desgasificación en el cafë: qué es y por qué importa

Cuando preparas café, quizás hayas notado que al verter agua caliente sobre el café recién molido se forman burbujas en la superficie. Este fenómeno se llama desgasificación, y es un indicador clave de la frescura del café.

Si alguna vez te has preguntado por qué ocurre y cómo afecta la preparación de tu café, aquí tienes una guía completa sobre este proceso y la mejor forma de gestionarlo.

¿Qué es la desgasificación en el cafë?

Durante el tostado del café, se generan una serie de reacciones químicas en las que los compuestos del grano se transforman y liberan gases, principalmente dióxido de carbono (CO₂).

Tueste cafe

El CO₂ es un gas natural y esencial para la vida, ya que participa en procesos fundamentales como la fotosíntesis de las plantas. En el café, su presencia no solo es completamente normal, sino también un indicador de frescura.

Después del tostado, estos gases quedan atrapados en la estructura del grano y se van liberando gradualmente en un proceso conocido como desgasificación, que puede durar días o incluso semanas. La cantidad de gas retenida y su velocidad de liberación dependen del tipo de grano, el nivel de tueste y el tiempo transcurrido desde el tostado.

Cuando el café se muele y entra en contacto con el agua caliente, la desgasificación se acelera, generando burbujas en la superficie. Este fenómeno es especialmente visible en la preinfusión del café filtrado, donde la cantidad de burbujas es un indicador de su frescura.

El papel de las válvulas unidireccionales en el cafë

Si has visto bolsas de café con una pequeña válvula en la parte frontal o trasera, es porque están diseñadas con válvulas unidireccionales, un sistema que permite que el CO₂ salga sin dejar que entre oxígeno. Esto evita que la presión del gas acumulado en la bolsa haga que esta se hinche o incluso explote, además de ayudar a conservar mejor el café sin contacto con el oxígeno, lo que retrasa su oxidación y mantiene sus propiedades por más tiempo.

Válvula café

Estas válvulas son especialmente útiles en los primeros días después del tostado, cuando el café libera grandes cantidades de gas. Gracias a este sistema, el café puede envasarse poco después de su tueste sin que el exceso de presión altere la integridad del paquete.

Si alguna vez has viajado en avión con una bolsa de café sin abrir, puede que hayas notado que al llegar a destino la bolsa esté más desinflada. Esto ocurre porque, en altitudes elevadas, la presión dentro de la cabina del avión es más baja que a nivel del suelo, lo que provoca una ligera pérdida de gas a través de la válvula. Es un proceso completamente normal que no afecta la calidad del café, pero refleja cómo estas válvulas regulan la presión dentro del envase.

¿Cómo gestionar la desgasificación y conservar el cafë en óptimas condiciones?

Para mantener el café en buen estado, es fundamental conservarlo en un envase hermético que lo proteja del oxígeno, la humedad y la luz. Las bolsas con válvula unidireccional son una de las mejores opciones de almacenamiento, al permitir que el gas escape sin que entre aire y ayudando a preservar sus propiedades por más tiempo.

Además de utilizar un envase adecuado, es recomendable guardar el café en un lugar fresco y seco, lejos de fuentes de calor o cambios bruscos de temperatura. Evitar la exposición constante al oxígeno ayuda a mantener su frescura y a regular la liberación de gases sin comprometer sus aromas.

¿Es buena idea guardar el cafë en el frigorífico o congelarlo?

Uno de los mitos más extendidos sobre la conservación del café es la idea de que se mantiene fresco por más tiempo si se guarda en el frigorífico o incluso en el congelador. Sin embargo, esta práctica no siempre es recomendable y, en algunos casos, puede afectar negativamente la calidad del café.

Por qué el frigorífico no es una buena opción

Guardar el café en el frigorífico puede hacer más daño que bien, especialmente si el envase no es completamente hermético.

Factores que lo afectan negativamente:

  • Humedad. El café es higroscópico, lo que significa que absorbe la humedad y los olores de su entorno. En un frigorífico, esto puede hacer que adquiera sabores no deseados.
  • Condensación. Los cambios de temperatura al sacar y meter el café pueden generar pequeñas gotas de agua en su superficie, afectando su frescura y deteriorándolo más rápido.
  • Oxidación acelerada. Cada vez que se abre el envase, el café entra en contacto con aire húmedo y frío, lo que puede acelerar la degradación de sus aromas y compuestos volátiles.

Por estas razones, el frigorífico no es una opción recomendable para conservar el café en el día a día.

¿Y el congelador?

La congelación puede ser una alternativa viable, pero solo si se hace correctamente. Es una opción útil para quienes compran café en grandes cantidades y quieren conservarlo durante más tiempo sin que pierda demasiadas propiedades.

Cómo congelar el café de manera adecuada:

  • Utilizar envases herméticos o bolsas de vacío para evitar la absorción de olores y la formación de humedad.
  • Congelar en porciones individuales para no abrir y cerrar el envase constantemente, ya que la condensación puede afectar el café cuando se descongela.
  • Guardar los granos enteros en lugar de molidos, ya que la molienda expone más superficie al aire y acelera la pérdida de aromas.
  • Sacar del congelador solo la cantidad necesaria y esperar a que alcance la temperatura ambiente antes de molerlo o prepararlo.

Cuando se sigue este proceso, el café puede conservar su frescura durante más tiempo sin degradarse.

Entonces, ¿cómo almacenar el café correctamente?

Como mencionamos antes, para mantener el café en óptimas condiciones, lo mejor es guardarlo en un envase hermético, en un lugar fresco, seco y protegido de la luz. Si se va a consumir en un plazo razonable, esta es la mejor forma de garantizar su sabor y aroma sin necesidad de recurrir al frío.

La congelación puede ser útil en casos específicos, pero el frigorífico no es una buena opción para almacenar café de manera habitual. Mantener el café alejado de la humedad y el oxígeno sigue siendo la clave para conservar su frescura por más tiempo.

Para terminar

La desgasificación es un proceso natural que ocurre en el café recién tostado y es un indicador de frescura. Comprender cómo funciona y cómo gestionarla correctamente permite aprovechar al máximo los aromas y sabores del café en cada preparación.

El almacenamiento también juega un papel crucial en la conservación de sus propiedades. Utilizar envases adecuados, protegerlo del oxígeno y evitar la humedad son aspectos fundamentales para mantener su calidad por más tiempo.

Con un buen manejo de la desgasificación y una conservación adecuada, cada taza de café conservará mejor sus matices y aromas, proporcionando una experiencia más completa y placentera.

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